Veamos como caminamos según lo que nos dice el Espíritu Santo en su Palabra
Salmos 1
1 Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos,
Ni estuvo en camino de pecadores,
Ni en silla de escarnecedores se ha sentado;
2 Sino que en la ley de Jehová está su delicia,
Y en su ley medita de día y de noche.
Si te preguntara si estas en consejo de malos, camino de pecadores o en silla de escarnecedores, ¿Cuál sería tu respuesta?.
Aquí hay una palabra que no podemos pasar por alto, ‘sino’, esta palabra te ayuda a tener la respuesta pues sirve para determinar que el verso 1 y el 2 son excluyentes, no puedes hacer las 2 cosas a la vez.
Si la Palabra de Dios no es tu delicia, si no estás meditando, es decir, estudiando, profundizando, entendiendo la Palabra de Dios de día y de noche fácilmente caerás en consejo de malos, fácilmente estarás en camino de pecadores.
Difícilmente podrás hacer frente a las tentaciones día a día si no estás leyendo la Palabra de Dios y no solo eso, esta tiene que ser una delicia para tu vida.
3 Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas,
Que da su fruto en su tiempo,
Y su hoja no cae;
Y todo lo que hace, prosperará.
Si la Palabra de Dios es tu delicia y meditas en ella de día y de noche serás una persona que da fruto: en tu carácter, en tu familia, en tu ministerio, serás una persona que este predicando el evangelio, ganando almas y haciendo discípulos que permanezcan y todo lo que hagas prosperará, tu vida será un testimonio cuando medites en la Palabra de Dios.
4 No así los malos, Que son como el tamo que arrebata el viento.
5 Por tanto, no se levantarán los malos en el juicio,
Ni los pecadores en la congregación de los justos.
6 Porque Jehová conoce el camino de los justos;
Mas la senda de los malos perecerá.
Arrebatar significa ser quitado violentamente, así serán los malos, cuando Jesucristo venga por segunda vez, no lograrán entrar al reino de Dios, los que no obedecen la Palabra de Dios no se levantarán.
Es tiempo que te vuelvas en obediencia a Dios: medita en la Palabra de Dios de día y de noche y obedece lo que Dios te mande, pero no lo hagas solo por obligación, que esta llegue a ser delicia para tu vida.
