Pastores

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Luis e Isabel Rodriguez

miércoles, 16 de marzo de 2011

SUEÑOS DADOS POR EL ESPIRITU SANTO

Juan 21:4-17
Cuando ya iba amaneciendo, se presentó Jesús en la playa; mas los discípulos no sabían que era Jesús. 5 Y les dijo: Hijitos, ¿tenéis algo de comer? Le respondieron: No. 6 El les dijo: Echad la red a la derecha de la barca, y hallaréis. Entonces la echaron, y ya no la podían sacar, por la gran cantidad de peces. 7 Entonces aquel discípulo a quien Jesús amaba dijo a Pedro: ¡Es el Señor! Simón Pedro, cuando oyó que era el Señor, se ciñó la ropa (porque se había despojado de ella), y se echó al mar. 8 Y los otros discípulos vinieron con la barca, arrastrando la red de peces, pues no distaban de tierra sino como doscientos codos.
9 Al descender a tierra, vieron brasas puestas, y un pez encima de ellas, y pan. 10 Jesús les dijo: Traed de los peces que acabáis de pescar. 11 Subió Simón Pedro, y sacó la red a tierra, llena de grandes peces, ciento cincuenta y tres; y aun siendo tantos, la red no se rompió. 12 Les dijo Jesús: Venid, comed. Y ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle: ¿Tú, quién eres? sabiendo que era el Señor. 13 Vino, pues, Jesús, y tomó el pan y les dio, y asimismo del pescado. 14 Esta era ya la tercera vez que Jesús se manifestaba a sus discípulos, después de haber resucitado de los muertos.
15 Cuando hubieron comido, Jesús dijo a Simón Pedro: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que éstos? Le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. El le dijo: Apacienta mis corderos. 16 Volvió a decirle la segunda vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Le dijo: Pastorea mis ovejas. 17 Le dijo la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro se entristeció de que le dijese la tercera vez: ¿Me amas? y le respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo. Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas.

Mateo 13:45-46
También el reino de los cielos es semejante a un mercader que busca buenas perlas, que habiendo hallado una perla preciosa, fue y vendió todo lo que tenía, y la compró.
Todo ser humano, anhela trabajar en una gran empresa y ser importante dentro de ella. Otros desean tener un gran negocio y eso es muy bueno. Pero lo mejor que puede sucederle al mundo es servirle a Dios; Trabajar en la salvación de los perdidos es lo que le agrada a Dios.
Lo importante es hacerlo con eficacia, amor y perseverancia.
El trabajo para el Señor es semejante a ese negociante que andaba buscando el mejor negocio y lo encontró. Cuando lo encuentra se dedica con toda su fuerza, mente, voluntad y corazón.
Seremos los que no retrocedemos, sino que daremos todo por causa del propósito de Dios.
Que nada nos distraiga, y que el Espiritu Santo, nos direccione y guie para hacer lo mejor
Prov. 2:1-6
1 Hijo mío, si recibieres mis palabras,
Y mis mandamientos guardares dentro de ti,
2 Haciendo estar atento tu oído a la sabiduría;
Si inclinares tu corazón a la prudencia,
3 Si clamares a la inteligencia,
Y a la prudencia dieres tu voz;
4 Si como a la plata la buscares,
Y la escudriñares como a tesoros,
5 Entonces entenderás el temor de Jehová,
Y hallarás el conocimiento de Dios.
6 Porque Jehová da la sabiduría,
Y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia.

Proponga en su corazón ser el mejor siervo de Dios lider del mundo y para lograrlo empiece cultivando su amistad con el Espiritu Santo
Los sueños dados por el Espíritu Santo traeran éxito a su vida, estara afirmado en las promesas de Dios.
Pidamosle a Dios que ponga una unción especial sobre nuestras vidas para traer el fruto y creerle a él impactando y transformando vidas hasta los confines de la tierra.

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